2.6.09

Y todavía me pierdo con la guiaT

Leo esta nota en la Revista Enie y me sulfuro (me encanta esa palabra, que según mi diccionario sería algo así como: viene de sulfurar, enojarse, calentarse) “Nueva York ofrece "podcasts" con rutas turísticas para cinéfilos”, que se puede leer pinchando (como dice un profe que trabaja con gallegos) acá: http://www.revistaenie.clarin.com/notas/2009/06/01/_-01930780.htm.

Y me dan ganas de gritar, y entonces grito: aaaaaaaahhhh! Y pienso en que, en la ciudad de la furia, para ir al cine tengo que dar 34.567 vueltas, y en resumidas cuentas, termino haciendo siempre algo así: leo algunas revistas-busco las carteleras-me quejo de las películas que no aparecen (y me enojo cuando termino de entender que no aparecerán nunca)-se me pasa no tan al toque-busco una (o varias) que me guste/n (aunque nunca sea una que sepamos todos y que le interese o quieran todos, por lo que siempre termino asistiendo a mi ritual preferido, s-o-l-a, pero f-e-l-í-z) –chequeo mis horarios-encuentro el que me conviene-llamo a dos o tres personas que creo que se podrían copar (no se copan)- comienzo un día normal más pero que pasará a ser extraordinario (cada día de cine se convierte en algo especial) a la brevedad-guardo mi guía T ("guiate con la guia T", recién creo que me doy cuenta el por qué de la T) en el bolso verde-miro la guia un rato-odio a la guia otro rato-y otro-y otro más-y me acuerdo de que un día le dije a M que me encantaría tener un súper mapa T porque pasar de mapita a mapita y hacerle caso al “continúa en el plano 45” me daba sueño-y me sigo quejando-se me cortan las hojas-me quedo con el plano 15 en la mano-y prefiero cerrarla-y tragar todas las broncas-y pensar en que de alguna forma voy a llegar a esa hora, a esa sala, a ver esa película y punto (.).

Y me sulfuro-bis, porque hoy me enteré que allá en Niú Short, no sólo tienen miles de álbumes con figuritas autoadhesivas para llenar cada fin de año con tooodos los estrenos cinematográficos anuales (joligudenses, o independientes, o lo que de), sino que tienen unos lindos audios que te llevan donde quieras y podes conocer lugares donde se hayan rodados películas y así.

Y encima me acuerdo que hoy hice una cola de cinco horas por dos entradas para la selección nacional de 11, pero en la que parecería que juega un solo 10 (muy a mi pesar). Y bufo.

Y todo suma, y nada resta. Y me rio, ahora me rio, porque entre tantos mapas que no me aprendo de acá, hay un par que alguna vez se que voy a usar y voy a recorrer y ya me aprendí, y ahí, agárrense mis valientes, no hay podcasts que me aguanten, la venganza va a ser te-rriii-ble. El cine, los cines, la sala, las salas, va a ser mio y van a ser mías. Y quizás algún día lo que imaginamos-guión-deliramos con N se hace realidad.

Pero mientras me preparo un café, y me acerco a la computadora y al teclado y por error abro nuevamente la ventanita de la nota que me puso nerviosa, gracias a esto de los podcasts allá lejos (lo único que les envidio), recuerdo que siempre quise ir a la estación de bomberos donde se rodó "Cazafantasmas" y me doy cuenta que mañana quizás hay paro de subtes-colectivos-o desaparece un avión-o se incendia un tren- y que la guía T (o Libro de calles-transportes-información, como se autodenomina), al final, no me guía a los lugares donde yo quiero ir y que seguiré sentada por (aunque que no quiera) varios-tiempos-futuros-más en el mismo porteño lugar y con varios fantasmines. Y chau, me voy bufando.

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