23.6.09

Y pocas nueces

Y si vas a la derecha y cambiás hacia la izquierda, adelante.
Es mejor que estarse quieto, es mejor que ser un vigilante (...),
Y si trabajás al pedo y estás haciendo algo nuevo, adelante (...),
Quiero algo de razón, no quiero un loco.
Apagá el televisor.
Si lo que te gusta es gritar, desenchufa el cable del parlante.
El silencio tiene acción, el mas cuerdo es el más delirante.
[Raros peinados nuevos, Charly García]

En realidad, no es nada nuevo lo que quiero decir (en alguna que otra charla con gente amiga lo hice público), pero bueno, una serie de hechos que ocurrieron los últimos días, me hicieron pensar (rarísimo, sí, porque tengo el cerebro preocupado por algunas cuestiones académicas hace una semana y por algo que le debo a Alejo, y sí, no puedo hacer más de dos cosas juntas) y si a eso le sumo algunas cosas que escucho cantar a Charleston, en fin, acá estoy.


Tengo ganas de decir algo: Estoy podrida de la gente que utiliza la herramienta "Comentarios" en la web para hacer catarsis y que, encima, lo hacen bajo el nombre de "anónimo". Si se te cayeron todas las monedas cuando tenías que sacar el boleto del 15 y encima tenías a una cola de 23 personas esperándote y bufando, no es mi culpa. Si te caiste y se te cagaron de risa, no es mi culpa. Si se te quedó el ascensor o cuando estabas por bajar (porque vivís en el piso 12) lo pidieron de planta baja otra vez y vos quedaste adentro, no es mi culpa. Si tuviste que viajar 40 minutos parado, no es mi culpa. Si no sabés a quién votar, no es mi culpa. Si sos hincha de Boca o (peor) de Independiente, no es mi culpa (ésta vez me la juego por Huracán y papá Jorge tuvo que ver en esto). Si la persona que querés que te quiera, no te registra, no es mi culpa. Si te registra la que no querés, tampoco es mi culpa. Si está lloviendo, no es mi culpa. Si tu computadora está lenta, no es mi culpa. Si no podés hacer dos cuadras sin pisar mierda, no es mi culpa. Si hay paro de subte, no es mi culpa. Si no soportás el mundo, no es mi culpa. Y si no te gusta lo que otros escriben o hacen u opinan, siempre-siempre se puede ser más suave. O sino, directamente, say no more, no digas más nada y todos vamos a ser más felices. Me da verguenza ajena (piel de gallina, como un dolor en el pecho al estilo Panigazzi) cuando veo que cuando se opina en la web, se opina como se habla, no hay reglas, no hay códigos, no hay lógica, no se respeta nada. No es que la Real Academia Española me está pagando por esto, eh, porque soy una de las primeras personas que levanta la mano si preguntan si se puede escribir cómo se habla. Pero paremos un poquito, ¿no nos estaremos yendo un poco lejos? Si escribimos como hablamos, ¿será que hablamos como vivimos? Últimamente todo me hace pensar que sí. ¿Será que ya ni ganas de hablar bien tenemos? ¿O que todo nos da lo mismo? A veces pienso que hay gente que llega a cierta edad y debería volver a empezar. Aprender desde cero, ni siquiera educación, buenos modales, directamente el abecé y los números y empezar por ahí. No sólo gracias, buenas noches, permiso o por favor, también el brazo, la mano, la buena onda, el optimismo. Es que realmente me angustia un poco todo lo que veo en la tele, lo que escucho en la radio, lo que leo en los diarios, hay mucha más gente sin retorno que lo que yo imaginaba, y no sólo eso me preocupa, no lo quiero, no lo quiero hoy, no lo quiero mañana, no lo quiero más. Y estas cosas me hacen repreguntarme si voy por el camino correcto, y ya ni lo sé. Uno hace lo que puede, pero no puede lo que quiere hacer. Y es así, y todo así. Paren el mundo, ésta tarde realmente, me quiero bajar.

Hoy estaba entretenida leyendo a Caicedo mientras esperaba mi turno para hacerme unos análisis y escuché a un nene que le decía a la mamá:
-¡Mamá, mamá, el señor ese me da miedo!- y señaló a un hombre que estaba sentado a dos asientos de ellos.
-¿Y por qué?- le preguntó la mamá.
-¿Por qué qué?
-¿Por qué te da miedo?
-No sé mami, tiene los ojos muy duros, parece enojado. Y no se ríe-.
Y la mamá lo sentó en sus piernas y le "intentó" explicar que en realidad la cara del señor era así o que quizás le había pasado algo o le dolía la pancita (ahí yo bufé por lo de "pancita"). Entonces el nene, piensa un rato, lo mira y responde: "Y andá a preguntarle, ma". La madre le dijo que no, que ya le tocaba su turno y el nené se sonrió (imagino que porque estaba seguro de que había encontrado la solución a la cara de culo del hombre) se paró enfrente del señor con mucha decisión, lo miró a los ojos, buscó algo en sus bolsillos y le dijo: "Señor, no quiere que le de dos caramelos rojos? Son de frutilla, re-ricos eh" Y el señor lo miró, y casi que se sonrió.
Y yo me encanté de ternura.
El nene tenía eso que yo creo perdido: ingenuidad, dulzura, buenos modales, respeto, suavidad, solidaridad y tantas cosas más que juro que si lo hubieran visto, lo comprenderían. Es que en realidad, el nene todavía tenía la felicidad de no saber mucho de que va todo este circo que llamamos vida... Y el hombre, aparte de tener mucha cara de cul-, supongo que era de esos que hoy se habían levantado con el pie equivocado y lo que sigue, es una historia que bien sabemos todos...

Me ponen mal todas estas cuestiones. La infelicidad que tenemos todo el tiempo, el mal humor, las pocas ganas. Me molestan los monosílabos. Me molesta la gente que vive cruzada de brazos, y como esperando "algo".


"Maldita sea, Cali es una ciudad que espera pero no le abre las puertas a los desesperados" dijo Andrés Caicedo alguna vez y me acordé de eso y suspiré. Me pregunto si Buenos Aires no se parece mucho a Cali en eso de esperar...

La poca diversidad de palabras, de formas que tenemos para comunicarnos, la manía de perder el tiempo. No me puede indignar tanto el mal uso de las palabras, o lo que es peor, gastarlas en cosas sin sentido. El tiempo, la palabra, la coherencia, el respeto, la escucha, son tantas cosas que estamos perdiendo (o ya perdimos) y el asunto es ése, no hacer el esfuerzo de recuperarlas, de hacerlo mejor. "Es mejor que estarse quieto, es mejor que ser un vigilante", obvvvio, siempre que se diga o haga algo va a ser mejor que la nada, pero que no se confunda, se debe decir con argumentos valiosos, con criterios lógicos, con el uso racional del idioma. Decir con pasión, ¡con ganas! Vivir diciendo...

Y aprovecho la escena del nene con su mamá de esta mañana y el uso de la palabrita "pancita" que tanto me desespera. Me molestan los padres que a cada cosa que le dicen a su hijo de 2 años le agregan el "ito" o que lo sigan llamando Pedrito cuando Pedrito ya sabe para que la tiene (guiño a mis amigas, en especial a Evan): ¿Dónde está el muñequito chiquito? ¿Vamos a lo de Tomasito un ratito? ¿Tomamos la mema? (Qué es LA MEMA???!!!) o peor ¿A ver si Juancito se hizo caquita? ¡Uy tenés moquitos!, ¿Querés un alfajorcito? Basta! Es mamadera, es caca, es mierda, es alfajorrr, es mooooco. Cortemosla con las deformaciones al hablar, así empezamos y después terminamos mal. "No empiecen que después terminan llorando", nos decía mi papá cuando mi hermano y yo nos corríamos por algo.

Muchas cosas para decir, muchos temas de los que hablar y muy pocas caras con ganas de hacerlo. No quiero pensar que estamos perdiendo las ganas de vivir, no, no, no quiero. Quizás hoy tuve un día demasiado "recetado" y esto es el resultado de eso. Todo puede ser, o nada.

Pensamientos inútiles, seguramente...
Mucho ruido y pocas nueces quizás, mucha receta, y poca lucidez...

Ay! no sé, tengo a Gabi que dice que no quiere que la vida se le pase. Y yo veo que la vida se nos pasa y que todo es más complicado, y que no nos estamos dando cuenta de nada. De hablar, de pensar, de sentir, de escuchar, ni-hablar.

Debajo de esto hay alguien que no creció... (ya lo saben)

Yo quiero ser chica... Y jugar...

2 comentarios:

  1. Despues de este post me siento un poco culpable de hacer un comentario, pero me gusta opinar jaja. Coincido con vos Andre, creo que mucha gente en vez de utilizar esta herramienta para opinar y discutir sobre "temas" o "ideas", la utiliza para hacer catarsis de sus problemas, y encima, insultar a gente, que, por supuesto, jamas se lo va a decir en la cara (me remito a insultos gratuitos que recibi en un blog amigo)y se aprovechan de la falsa identidad. Los comentarios no habria ni que leerlos, dejarlos solamente para aquellos que no pueden canalizar sus pesares de otra manera. Pobres psicoanalistas y terapeutas que estan perdiendo pacientes por culpa de los comentarios. Reconozco que ultimamente agredí a un "anónimo", pero bueno, sabe mi nombre y apellido y me puede venir a buscar. En fin, dejemos aquel episodio atras, y aprovechemos el tiempo en las cosas divertidas, q la vida es demasiado corta y los bajones vienen solos!
    PD. Ya te quiero ver con tus hijos a ver si no te sale un MEMA! jaja, igual yo tb odio los diminutivos, pero son cariñosos...
    Besos

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  2. Entre a varios blogs hasta que llegue a este. Revisé un poco los articulos que escribís, y me parece que más de una de las cosas que marcás como "MIERDA" (por así decirlo) vos las has hecho has hecho alguna vez y me parece una boludez criticar algo en los demás si uno hace lo mismo en determinada ocasión.
    Otra cosa: (aclaro no soy machista) Me parece que las mujeres no pueden opinar nada sobre fútbol porque es lo mismo que nosotros opinemos del punto de un tejido sobre crochet, "cada loco con su tema".
    Otro item: Me parece que te volvés muy reiterativa a la hora de relacionar citas de escritores en cada posteo que haces, se nota que lees mucho, pero me resulta muy monótono.
    No pienses que vine a tirarte "Mierda", por ahi es una forma de "Mierda" que tengo de opinar sobre la "Mierda" que me molesta y al fin el que recibe la critica (que sos vos) piensa que yo soy una "Mierda".

    Saludos cordiales

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