21.9.09

Voy o no voy, voy, por la página 70, pero voy

Es la cuarta vez que comienzo a leer el mismo libro, llego a la página setenta y algo y tengo que volver a empezar. No es que el libro sea demasiado fácil o demasiado difícil: lo que creo que pasa es que antes de llegar al cuarto de libro (sin queso), me doy cuenta que mi atención anda por Valencia con la luna.

21 de septiembre, un solazo de esos que digo siempre, marca "te explico" y ahí iba yo, en un taxi por Cabrera a fondo. El señor taximan que me pregunta: -¿Sigo por Cabrera hasta Paraguay y Junin o decís que nos conviene Viamonte?-, mientras me mira por el espejo retrovisor y a su vez por arriba de sus lentes, los cuales cuelgan en la mitad de su nariz (actitud que de ser de una señora que conozco de Junin y tiene una mercería por calle Gandini, antes de llegar a Roque Sáenz Peña, me hubiera jodido y mucho). Me mira, espera respuesta y yo le digo que me conviene -o muy concientemente quiero- que tome el camino por el que tarde más y vaya más lento. El señor del auto amarillo y negro, me mira y le sonrío: "no tengo ganas de llegar al lugar donde debo ir". "Pero entonces yo que vos, me bajo, me bajo acá", y ésa fue la mejor frase que me dijeron un día de la primavera. "Buena idea, buenísima idea, ¿Cuánto dice que le debo ahí? 9 pesos, perfecto, muchas gracias, que tenga una lindo día", y me bajé. ¿Qué necesidad tenía yo de ir a fondo, esquivando 106's y 140's por Cabrera y todo por llegar a las 16 a una clase? ¿Y perderme el sol? Quedé parada en la esquina del Coto de Cabrera y la calle que está entre el Coto y la plaza que creo que se llama como yo y que del lado de Avenida Córdoba tiene unos perros-estatua, parada al sol y contenta (por un momento recordé una escena de Radio Freccia y sonreí para adentro, cuando me vi con los brazos en la cintura, haciendo jarrita). Seguí caminando y así festejé el día más meloso del año, la rateada nacional y oficial, y el primer día de la alergia que llevaré conmigo por casi 3 meses, con un promedio de 34 estornudos en 2 días.



Llegué a la clase casi 57 minutos tarde, porque me tomé el laburo de disfrutar esa llegada tarde y certificarla con el reloj, lo que algún amigo llamaría: "Si la hacés, hacela bien". La profesora de los lentes rojos y raros hablaba, saludé y me senté. Nadie supo de mi festejo: caminata de casi 25 cuadras al ritmo de Charly García, Spinetta, algo de Onda Vaga y Estelares, Kusturica, Bregovic y mucho de The Killers y Radiohead. Sol, gente riendo, nenes corriendo, aire, luz, ciudad y autos (a los que ingnoré felíz y completamente). Me acordé de mi fin de semana en familia, de la ruta, de las fotos que guardo.

En definitiva, ya eran como las 5 de la tarde y mi dia recién comenzaba, fueron las casi 25 cuadras que más disfruté de un tiempo a esta parte. Buenos Aires es un poco ese libro, en el que me trabo siempre, al que quiero cerrar seguido, y a veces, tirar o guardar por ahí. Pero también me dio mucho, lindos ratos, lindas palabras, linda gente. No está mal empezar otra vez, así sean las 5 pm o la página 70 y algo, el tema es ir, seguir, continuar. La vida es libertad y como lei por ahí: La libertad es fanática, mi amor. Mi libertad de hoy se llamó "taxista que dijo: yo que vos me bajo acá". Entonces elijo ir y volver y volver a ir, ir a mi modo, a mi ritmo, con mi música. Me encanta cuando esta ciudad me deja hacer de una tarde, de un rato, de 25 cuadras: mi viaje, mi rato, mi tarde, mis cuadras y hasta mi propia banda sonora. Uno de esos días "sospechosamente lights", como diría Calamar Boy, pero tannn lindos.-

Gracias señor taxista, gracias Ring Lardner Jr. por hacer que vuelva a leerte por cuarta vez y gracias primavera, es la primera vez que no te odio por acercarme la alergia.

Y brindo con Baggio de manzana, con la ventana abiertísima, vientito entrando y Capusotto en la tele, ¿Qué más se puede pedir? Alguna estrellita por ahí, y la luna que se deje ver: pero pedirle eso a Buenos Aires, ya es mucho, se que en ese cielo inmenso estan. Chin chin (ruido de mi vaso con el tuyo, virtual-brindis, claro).-

Say No More! (se acerca el 23 de octubre, Max!) =)

2 comentarios:

  1. Andrea,
    muy bueno el post, esta bueno eso de a veces salirse de nuestros destinos programados y buscar caminos paralelos como puede ser el de bajarse del taxi-colectivo y caminar hacia la facu escuchando musica (alguna vez lo habre hecho). Me acuerdo que cuando cursabamos juntos taller 1 no te animabas a mostrar tus textos asi que creo que esto es lo primero que leo tuyo. Muy bueno!!!

    nos vemos

    manu

    p.d: yo pase el dia de la primavera estudiando todo el dia, q lindo!!

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  2. Nunca creí, en realidad nunca tuve la intención de pasar por acá y dejar vestigios de una de mis tantas pasadas por este blog. Hoy me urge sólo expresar el tibio gusto de sentir q o más lejos o menos cerca los sentimientos se comparten y se rozan casi casi como si perteneciesen a una lista abstracta y colorida de baldazos de agua y/o mojaditas de pie en fuentones de agua cálida, que todos en algún "instantito" diferente encontramos para dejarnos atravesar.

    Salut y larga vida a las palabras!

    Una vieja conocida.

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